El cáncer de colon y recto ocupa el tercer lugar entre los cánceres más comunes, y es la segunda causa de muerte en los Estado Unidos de Norteamérica.
En Chile ocupa el quinto lugar entre las causas de muerte por cáncer, y se ha observado una tendencia clara al aumento de nuevos casos.
En etapas tempranas, el cáncer colorrectal puede ser detectado y tratado hasta con un 100% de curación y sobrevida. A medida de que el tumor avanza e invade el colon en profundidad, aparece el riesgo de implantes o metástasis ganglionares y en otros órganos como el hígado y pulmón, comprometiendo la sobreviva del paciente.
El tratamiento definitivo del cáncer colorrectal es la cirugía. Ésta consiste en la extirpación del segmento de colon o recto afectado por el tumor y los ganglios y vasos sanguíneos de dicha zona. Inmediatamente se realiza la unión (anastomosis) del colon y recto para mantener la función normal del aparato digestivo.
Factores de riesgo para desarrollar un Cáncer de Colon y Recto
Edad: El cáncer colorrectal es más probable que ocurra cuando la gente envejece. Más del 90 por ciento de las personas que tienen esta enfermedad fueron diagnosticadas después de los 50 años de edad. La edad promedio de diagnóstico es más o menos de 65 años.
Pólipos colorrectales: Los pólipos son tumores en la pared interior del colon o del recto. Son comunes en personas de más de 50 años. La mayoría de los pólipos son benignos (no cancerosos), pero algunos pólipos (adenomas) pueden hacerse cancerosos. Al encontrar y extirpar los pólipos, se puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal.
Antecedentes familiares de cáncer colorrectal: Familiares cercanos (padres, hermanos, hermanas o hijos) de una persona con antecedentes de cáncer colorrectal tienen en cierta manera más probabilidad de desarrollar esta enfermedad ellos mismos, especialmente si el familiar tuvo el cáncer a una edad joven. Si muchos familiares cercanos tienen antecedentes de cáncer colorrectal, el riesgo es aún mayor.
Alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de cáncer colorrectal.
El cáncer colorrectal no poliposo hereditario (HNPCC) es el tipo más común de cáncer colorrectal heredado (genético). Comprende cerca del 2 por ciento de todos los casos de cáncer colorrectal. Es causado por cambios en un gen de características HNPCC. Casi 3 de cada 4 personas que tienen un gen HNPCC alterado padecen cáncer de colon, y la edad promedio que tienen cuando son diagnosticadas con cáncer de colon es de 44 años.
La Poliposis Adenomatosa Familiar (FAP) es una enfermedad rara, hereditaria, en la que se forman cientos de pólipos en el colon y recto. Es causada por un cambio en un gen específico llamado APC. Al menos que se trate la poliposis adenomatosa familiar, generalmente termina en cáncer colorrectal a los 40 años. La poliposis adenomatosa familiar comprende menos del 1 por ciento de todos los casos de cáncer colorrectal.
Los familiares de personas que tienen cáncer colorrectal hereditario no polipósico o poliposis adenomatosa familiar pueden hacerse pruebas genéticas para buscar alteraciones genéticas específicas. Los médicos pueden sugerir formas para tratar de reducir el riesgo de cáncer colorrectal o mejorar la detección de esta enfermedad en quienes tienen cambios en sus genes. Para adultos con poliposis adenomatosa familiar, el médico puede recomendar una operación para extirpar todo el colon y el recto o sólo una parte.
Antecedentes personales de cáncer colorrectal. La persona que ha tenido cáncer colorrectal en el pasado puede desarrollar cáncer colorrectal una segunda vez. También, las mujeres con antecedentes de cáncer de ovarios , de endometrio (ütero) de mamas tienen, en cierto modo, un riesgo mayor de padecer cáncer colorrectal.
Colitis Ulcerosa y/o Enfermedad de Crohn: La persona que ha tenido alguna enfermedad que causa la inflamación del colon (como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn) por muchos años tiene un riesgo mayor de desarrollar cáncer colorrectal.
Dieta: Los estudios sugieren que las dietas ricas en grasa (especialmente la grasa animal) y pobres en calcio, folato y fibra pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal. También, algunos estudios sugieren que las personas que consumen una dieta muy pobre en frutas y verduras pueden tener un riesgo más alto de cáncer colorrectal. Se necesita más investigación para entender mejor en qué forma la dieta afecta el riesgo de cáncer colorrectal.
Fumar cigarrillos: La persona que fuma cigarrillos puede tener un riesgo mayor de desarrollar pólipos y cáncer colorrectal.
Síntomas
Los síntomas comunes de cáncer colorrectal son:
Un cambio en los hábitos del intestino
Diarrea, constipación o sensación de que el intestino no se vacía completamente
Sangre (ya sea de color rojo brillante o muy oscuro) en la materia fecal
Deposición más delgada que lo acostumbrado
Una molestia abdominal general (dolores frecuentes por gas, meteorismo, sensación de saciedad o retortijones)
Pérdida de peso sin razón conocida
Cansancio constante
Nauseas y vómitos
Como pesquizar a tiempo y métodos de Screening para el cáncer de colon y recto
Todas las personas a partir de los 50 años de edad deben seguir algunas de las siguientes opciones:
Test de sangre oculta en materia fecal anualmente.
Colonoscopía completa cada 5 a 10 años.
Aquellas personas que presenten alguno de los siguientes factores de riesgo deben iniciar su screening más precozmente:
Historia familiar de pólipos o cáncer colorrectal (cáncer o pólipos en un familiar de primer grado antes de los 60 años o en dos a cualquier edad): Screening similar al de las personas con riesgo promedio pero a partir de los 40 años.
Antecedente familiar de síndromes de cáncer colorrectal hereditario: cáncer colorrectal hereditario no asociado a poliposis (HNPCC), poliposis adenomatosa familiar (FAP): Herencia de HNPCC: Colonoscopía cada 2 años a partir de los 20 años y anual desde los 40 años y antecedente de FAP: rectosigmoideoscopia anual a partir de los 12 años o colonoscopía para la detección de las formas atenuadas de mutación del gen APC. Tanto en la FAP como en el HNPCC deben realizarse los test genéticos y el asesoramiento genético correspondiente.
Historia personal de cáncer colorrectal o pólipos colorrectales (especialmente adenomas) o cáncer de mama, ovario o útero: Colonoscopía con una frecuencia que dependerá de los hallazgos.
Antecedente personal de enfermedad inflamatoria intestinal: Vigilancia con colonoscopía cada 1 -2 años dependiendo de: inicio de la enfermedad, tiempo de evolución y severidad de la misma.
En las personas que presenten un Test de Hemorragia oculta en deposiciones (+) y en aquellos pacientes con síntomas: sangramiento defecatorio, cambio de ritmo evacuatorio, sensación de evacuación incompleta u otros trastornos de la evacuación, dolores cólicos abdominales etc. debe estudiarse el colon mediante colonoscopía .